lunes, 20 de enero de 2014

Redacción

El señor y la señora Moris, eran muy buenos, estaban muy contentos con sus conejitos. El día de la zanahoria caliente, se fueron para concursar , porque el premio eran 5000 zanahoria, 25000 para el segundo, y 1000 zanahorias para el tercero. Ellos iban con todas sus fuerzas a por el premio, así que llamaron a la abuela conejina para que se quedara a cuidar a los conejitos, que eran muy traviesos. La abuela era muy despistada así que, cogió una tarjetas y un lápiz, y empezó a apuntar los nombres que le dijo la madre:
 -- Este es el juguetón, este el peleón, este el perezoso, y así hasta el último, y este... la pija.
Los conejos muy traviesos así que, tenían pensado hacerle una broma.
La abuela no sabía nada. Los conejos se portaron muy bien, incluso.. ¡El perezoso no se quedó dormido! ¡El peleón no se peleó con nadie! ¡Cuando vieron una peli de miedo nadie se asustó! Cuando se fue la abuela tenía una etiqueta por detrás que ponía:Te queremos, posdata: Los conejitos.

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